sábado, 22 de agosto de 2009

Ellas y el poder

El día de mañana en las Bahamas se realizará el certamen Miss Universo. Para muchas personas la existencia de competencias de ese tipo en el siglo XXI no hacen más que comprobar que a la mujer se le sigue viendo como un objeto de consumo y que lo único que se espera de ellas es que sean bellas y sumisas. Pero aunque mucho haya de verdad en sus quejas, debemos reconocer que nuestro siglo también ha atestiguado como un grupo significativo de mujeres esta cambiando al mundo.
La revista Forbes ha publicado su lista anual de las mujeres más poderosas del mundo; mi gran sorpresa fue ver cuantas mujeres CEO’s existen en la actualidad, muchas de las cuales están sacando de aprietos a sus empresas en medio de la catástrofe económica. La mujer de hoy ha logrado hacerse de un lugar muy digno en el mundo de la política y los negocios, y aunque Forbes sólo enumera a cien, existen muchas otras mujeres que desde puestos de liderazgo están cambiando al mundo, tanto para bien, como para mal. A continuación mencionaré de algunas de las mujeres incluidas en la lista, de aquellas relevantes para las relaciones internacionales, que de manera admirable forman parte juego del poder.
El primer lugar lo ocupa la canciller alemana Angela Merkel, al ser la única mujer dentro de los líderes del G-8, su victoria era de esperarse. Junto con el presidente francés trabajó para evitar un drama mayor en la economía europea y está esforzándose por reforzar las alianzas energéticas con Rusia. Detrás de muchas CEO’s, en el lugar once aparece la presidenta argentina Cristina Fernández, quien ha hecho grandes esfuerzos por la recuperación económica de su país y que se ha convertido en una de las voces más escuchadas de América Latina, pese a esto, la derrota del Partido Peronista amenaza la conclusión de su mandato.
En el puesto veintidós se encuentra Michelle Bachelet, presidenta de Chile, quien se ha convertido en una de las mayores promotoras del libre comercio y de la cooperación, y que además ha conseguido un acercamiento con Barack Obama. No podía quedar fuera de la lista Hillary Clinton, quien es la encargada de conducir las relaciones de Estados Unidos con el caótico mundo de hoy, tarea por sí sola complicada y cuya buena ejecución le ha valido el puesto número treinta y seis.
La fuente de enojos de los rusos, Yulia Tymoshenko, ocupa el lugar número cuarenta y seis de la lista, quien gracias a su fuerte proyección internacional consiguió apoyos económicos por parte del FMI para la débil economía ucraniana. Se unen también a la lista las presidentas de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf; de Finlandia, Tarja Halonen y de Irlanda, Mary McAlesse.
También figura en la lista la estrella del Medio Oriente, la reina Rania de Jordania, cuya influencia en los asuntos de la región es fundamental, al igual que Michelle Obama, quien cuenta con el aprecio de la gran mayoría de los ciudadanos estadounidenses. Para mi gusto, fue omitida la primera dama de Siria, Asma Al-Assad, quien, a diferencia de Rania, es influyente en Medio Oriente por su línea crítica en contra de los crímenes de Israel y sus aliados en contra de los palestinos.
La situación de la mujer en el siglo XXI es una paradoja. Por supuesto que persiste en la mente de muchas personas (hombres y mujeres) la idea de un rol secundario de la misma, pero también los hechos demuestran que las mujeres han avanzado mucho y se han involucrado en la ruda batalla por el poder. Como sea, dudar hoy de que las mujeres son capaces de involucrarse en asuntos tradicionalmente masculinos sería un gran error.

jueves, 20 de agosto de 2009

El Comienzo

He generado este blog por un requisito escolar. Desde hace unos años había pensado en hacerlo para poder contar con un espacio a través del cual compartir mis puntos de vista sobre diversos temas, no obstante, el estar ocupado en actividades que demandan tiempo hizo que tal deseo se quedara dormido.
Si bien inicio las publicaciones porque me fue requerido, valoro el impulso que tal obligación representa, pues ha contribuido a que mi deseo de compartir mis ideas vuelva a estar vivo.