lunes, 28 de septiembre de 2009

Cuando México abandona a Honduras

Se cumplen tres meses desde que un golpe de Estado depusiera al presidente hondureño Manuel Zelaya y la situación en su país se torna más crítica. El régimen de facto de Roberto Micheletti no da señales de querer una solución pronta, más bien, ha dejado en claro que se pisoteará a la democracia en defensa de los intereses de quienes lo respaldan y que está dispuesto a llevar su aventura golpista hasta las últimas consecuencias.
Este evento ha tenido eco en toda América Latina, lo cual no es de extrañar, pues nuestro continente conoce muy bien la tragedia que va de la mano a los golpes militares, y por tal razón, algunos presidentes de la región han realizado gestiones por una solución pacífica y que no transgreda la democracia, ya que de lo contraria se estaría sembrando un oscuro precedente dentro de la llamada era de la democracia en la región.
Han sido Luis Ignacio Da Silva y Cristina Fernández los más proactivos respecto a la crisis hondureña, aprovechando su posición para impulsar una solución apropiada en cualquier espacio que tienen al alcance, y han llegado hasta ser víctimas de las acciones de los golpistas –el hostigamiento a sus embajadas en Tegucigalpa- dada su fuerte participación. En particular, la manera en que Brasil se ha inmiscuido en el asunto debería llamar la atención de México, lo suficiente como para despojarse de su bajo perfil ante el problema.
Las gestiones brasileñas a favor de Zelaya son parte del nuevo proyecto de liderazgo regional del llamado “gigante del sur”, el cual cobró fuerza con el segundo periodo presidencial de Da Silva y que se puede ver en sus acuerdos armamentistas con Francia, en la institucionalización de la enseñanza del español en la educación pública, en su protagonismo en el Mercosur, en su actuación en la UNASUR y en sus intentos por conseguir un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Al parecer, Brasil ha entendido bien el juego de la globalización y quiere pertenecer al reducido grupo de países que se beneficien de él, y para lograrlo, naturalmente, necesita de América Latina.
Por otra parte, México permanece en la sombra, siendo fiel a Estados Unidos y anhelando ingresar a su club de amigos –que incluye al Reino Unido, Francia, Alemania y Japón; provoca ternura ver como nuestro país espera el gran día en que su vecino del norte deje de verlo como un amigo incómodo y se de la oportunidad de construir una amista sincera. Desde que llegó el partido azul al poder, México quiso posicionarse como un miembro completo de América del Norte, llegando a cometer errores muy costosos en la búsqueda de satisfacer ese objetivo.
La crisis hondureña llega como una oportunidad para que México se reincorpore a los asuntos de América Latina, para que vuelva a hacer el hermano mayor de Centroamérica y pueda recuperar lo que se ha perdido en conflictos con Cuba, Venezuela y Argentina. Desafortunadamente, nuestro país ha hecho poco, todo se reduce a declaraciones y ruptura de relaciones, y faltan las acciones funcionales. Si el gobierno de Felipe Calderón tuviera visión, la embajada en donde ahorita estuviera refugiado Zelaya sería la mexicana, y quien hubiera tenido la iniciativa de llevar este asunto al Consejo de Seguridad hubiera sido nuestra canciller, pues ni siquiera porque se es miembro de dicho órgano se hizo algo.
Esta apatía en la política exterior responde a la marcada situación de entrega que el PAN ha forjado respecto a Estados Unidos. Son dos sexenios ya en los que se le ha apostado todo a la alianza norteamericana que tan poco ha beneficiado a México, pero que nuestros gobernantes se empeñan en mantener con vida, arriesgándose incluso a traicionar posiciones tradicionales del país respecto a los asuntos internacionales.
El gobierno de Obama no ha explotado su poder para solucionar el conflicto hondureño, su actuación se puede calificar de mediocre, pues es bien sabido que podría ejercer una presión fulminante y efectiva contra de Micheletti. Entonces, si el amo no tiene la iniciativa de luchar, ¿por qué habría de tenerla el subordinado?, México decidió que su política exterior se diseñara con base en las necesidades de la alianza norteamericana, y en estos momentos no hay un incentivo para que México tome un rol más activo en cuanto a Honduras.
Norteamerica (claramente lidereada por Estados Unidos) simplemente quiere no verse mal ante el mundo permitiendo que se desarrolle una nueva dictadura y por tal motivo declara por todas partes que está de lado de la democracia, pero realmente no le interesa el devolverle el poder a alguien que no encaja en Centroamérica debido a su incursión al ALBA, a sus políticas pro-Chávez y por su discurso retador al imperialismo estadounidense.
Los Estados Unidos están dejando claro que sólo ellos se pueden permitirse el ser pragmáticos; si un país con grandes dificultades económicas decide mirar al sur para auto-ayudarse, está cometiendo un error imperdonable, pues sólo le corresponde pedir ayuda a su amo del norte, mientras que ellos si pueden predicar la defensa a los Derechos Humanos en Sudán y en China y quedarse callados respecto a Irak y Cuba.
México no es un pequeño país centroamericano que los Estados Unidos puedan controlar sin el mayor esfuerzo, sólo bastaría un gobierno visionario y responsable con sus ciudadanos para que la situación de vasallazgo en la que se encuentra hundido el país se revierta y se pueda recuperar una libertad política y económica que puedan contribuir a la satisfacción de las necesidades de todos los mexicanos.

sábado, 19 de septiembre de 2009

El libro del Hombre

Son muchos los libros que pueden impactar nuestra vida, pero ninguno de ellos lo hará de manera tan radical como la Biblia.
A raíz de un periodo en el que se cometieron dolorosos abusos en nombre de Dios, el hombre se empeñó en hallar un escape y lo encontró en la razón, una razón que en principio hubiera sido útil para contraponerse a quienes ejercían un poder autoritario argumentando estar dispuestos por Dios para tal cosa, pero que mutó hasta hacer del hombre un ser con el deseo constante de desprenderse de todo vínculo con un Dios al que ahora se le veía como un simple producto de la mente humana, la cual se erigía como poderosa y capaz de todo.
Pero a pesar de todo, la Biblia se ha convertido en el libro más conocido, más vendido, más leído por la humanidad, y la razón de tal hecho es sencilla, la Biblia es un libro hecho para el Hombre; en él están contenidas múltiples lecciones de vida, consejos, palabras de amor, palabras de aliento, respuestas a muchas preguntas, exhortos, reprensiones, advertencias, mensajes de consuelo y esperanza. La Biblia puede ser catalogada como el manual de vida del hombre, y aunque para muchas personas es imposible desasociarla de la manipulación que muchos ejercen a través de ella, atreverse a leerla es un verdadero acto de valentía.
Leer la Biblia es asunto de valientes, pues implica el reconocer errores y que se nos recuerden verdades de las que somos concientes pero que nos hemos negado a aceptar en un afán por querer separar todo lo religioso de una vida libre y próspera. Quienes deseen emprender la aventura de leer el libro más certero de todos los tiempos primero tendrán que desprenderse de la idea de que se trata de algo religioso; las verdades plasmadas en ese libro trascienden la religiosidad y la aceptación de dogmas, y son el comienzo de una aventura mayor, pues se descubre que para cada persona hay un propósito, un origen, un amigo, un pasado a superar, un presente por disfrutar y un futuro que anhelar.
Nuestro mundo vive hoy momentos críticos, y es verdad que se requieren urgentemente valientes dispuestos a hacer la diferencia, pero más verdadero aún es que esos valientes deben primero tener el coraje de enfrentarse a las verdades destinadas para ellos y decidir asumirlas en su caminar diario.
Se puede leer la Biblia por pura cultura general, pero el impacto se produce cuando se decide leerla como lo que es, el libro para el Hombre, el libro creado para que pueda éste tener una vida apasionante y vivir una aventura inimaginable. La Biblia simplemente es el libro hecho para que el Hombre pueda ser.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Until the stars turn cold

Había escuchado en muchas ocasiones que “Singing in the Rain” era una película que valía la pena ver, que era un deleite y una gran demostración de la calidad que los filmes de Hollywood pueden alcanzar. El sábado pasado me dispuse a verificar tales comentarios y para mi sorpresa, la película me aportó momentos de gran alegría diversión, además de reavivar mi lado romántico.
La película se centra en la historia de Don Lockwood, la superestrella estadounidense del cine mudo, quien ve como su mundo perfecto se trastoca cuando surge el cine hablado y tiene que poner a prueba su talento grabando una película en donde debe hacer más que gestos exagerados, además de que conoce a una aspirante a actriz, Kathy Selden, de la que se enamora perdidamente y cuyo proceso de conquista se torna complicado al mezclarse con el estrés que emana del nuevo trabajo.
Es verdad que la concepción del amor en este filme no escapa a los típicos clichés de Hollywood, pero es imposible no sentir simpatía por la manera en que los protagonistas se van enamorando hasta consolidar su relación. Y aunque siempre se presiente que habrá un final feliz, se muestran momentos chuscos de las relaciones de pareja, así como otros cargados de romance, aderezados con frases cautivadoras como: “This love will last until the stars turn cold”. Prácticamente se trata de un catálogo de frases para enamorados de gran originalidad y belleza que pueden ser utilizados en cualquier época.
Pero hay más. La película permite apreciar a detalle las implicaciones de la introducción del cine hablado y la manera tan dramática en que los estudios de cine se obligan a actualizarse para permanecer vigentes, así como los actores que se ven vulnerables al tener que mostrar un talento que pueden no tener, pues lo que habían hecho siempre no demandaba más que gesticular. También es posible observar las técnicas de mercadotecnia utilizadas en el mundo del cine, que en gran medida de trata de crear ilusiones acerca de la vida de los actores.
Los números musicales merecen una mención por su gran calidad; los actores cantan y bailan de manera destacable, lo cual hace que el espectador tenga un rato muy agradable, además las letras de las canciones son sencillas y divertidas, y las coreografías brillan por su dinamismo. La comedia predomina en el filme, lo que le suma puntos positivos; hay momentos en los que las puntadas de los personajes arrancan grandes carcajadas, en especial las de los personajes de Cosmo y Lina Lamont, cuyos actores supieron sacarle provecho y regalar actuaciones memorables.
“Singing in the rain” es una película simple, no destinada al análisis ni a la crítica, sino a entretener y enamorar, y como tal, cumple con excelencia su objetivo. Profundamente la recomiendo para todos aquellos que aprecien la belleza de la vida en las cosas simples, después de verla, su ánimo se elevará y el optimismo se intensificará. El buen cine no tiene que ver con la nacionalidad del producto, sino siempre con un conjunto de sentimientos e intenciones bien plasmados que logran cautivar al espectador.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Tareas para un hitman patriota

Señor hitman, queda usted contratado para servir al pueblo mexicano, déjeme decirle que estará ayudando a resolver una emergencia nacional. Se decidió recurrir a usted porque sabemos que ama a México, y para este caso eso es el requisito más importante. Sé que su trabajo no puede entenderse sin el asesinato, pues es para lo que usted está entrenado e incluso pudo haber aprendido a disfrutarlo, pero lamento informarle que en esta ocasión se deberá abstener de tal actividad, el pueblo que lo contrata está harto de la violencia y no ve en ella una manera de sacar al país adelante. El pueblo mexicano es pacifista, así que su labor consistirá en lograr que los personajes que enumeraré más adelante sean desterrados para siempre del territorio nacional. No los mate, pero por favor desvincúlelos de México lo más posible.
Su paga será la gratitud de todos los mexicanos y el ser considerado como héroe nacional, si todo sale bien hasta se le podría hacer un monumento en Reforma y dedicarle un día al año para recordar su valiosa hazaña, tenga en mente que el beneficio más grande que puede obtener de esto es un nuevo y mejor México. Sin más tardanza le doy a conocer la lista negra de las personas que deben ser erradicadas de la vida nacional:

Objetivo1-Carlos Salinas de Gortari: es urgente que lo eche fuera de México, queda prohibido exiliarlo en alguno de los países ricos de occidente, pues de seguro tiene conexiones que le permitirían seguir dañando a México. La patria no puede avanzar si persiste el “maximato” de este señor, él es quien mueve la riendas de la política y economía mexicanas, pues hasta a su sucio hermano logro devolverle una vida de lo más tranquila luego de negociarlo con Vicente; él da el visto bueno para que diversos peleles ocupen la presidencia y eso no puede continuar. Este señor es el primer eslabón de una larga cadena de traidores a la patria y si se logra eliminar ya hay un gran camino andado. Le recuerdo que es el hombre más poderoso de México y no será sencillo cumplir su tarea, que el amor a México le den las fuerzas para hacerlo.

Objetivo 2: Elba Esther Gordillo- los mexicanos no quieren dejar de pensar para convertirse en obreros calificados para multinacionales extranjeras ni quieren olvidar la historia de sus ancestros. Con esta señora operando en el país, la ignorancia tiene un reinado asegurado. La educación es esencial para México y es por ello que debemos arrebatarle tal tesoro de las manos y administrarla en beneficio del pueblo, y no como una “cosa” que entre políticos de mala calaña andan manoseando. Esta señora también hace favores de trascendencia, entre cuyos resultados se encuentra el gobierno de un incapaz. En nombre de todos los mexicanos que han trabajado y trabajan por un país educado, cumpla esta tarea.

Objetivo 3: Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego- sé que tendrá objeciones porque son dos personas, pero créame, ambos son criminales de la misma naturaleza. Ambos son gente vendida y convenenciera, que anteponen su bolsillo antes que el bienestar de los mexicanos. Son capaces de intervenir de manera inmoral en las elecciones nacionales y de promover a los candidatos que son favorables a sus intereses. Sus noticieros son una burla y México ya no puede vivir desinformado, y qué decir de sus telenovelas y demás programas baratos de entretenimiento, que no son más que aletargantes del pensamiento y auxiliares de la degradación de los mexicanos. Sería imperdonable fallar.

Objetivo 4: Joaquín Guzmán Loera- Ha de preguntarse usted porqué a éste si de todas maneras quedan muchos narcos sueltos. Bueno, es que el chapo es el rey de los narcos y sus redes de corrupción han quebrantado al Estado mexicano, provocando incluso que nuestras instituciones pierdan toda responsabilidad para con los ciudadanos. Además, el señor se ha enriquecido abrumantemente a costa de la salud de los mexicanos y eso merece ser castigado. Y debe usted recordar que el dinero del narco está muchas veces detrás de campañas electorales, lo que permite que políticos rapaces sigan gobernando México. Y si queremos una economía saludable, hay que erradicar el componente ilegal de la misma, y eso se puede lograr acabando con el líder de uno de los cárteles más influyentes del mundo.

Objetivo 5: Norberto Rivera Carrera- A este señor sería conveniente ponerlo a predicar en algún lugar como Somalia o la República Democrática del Congo nada más para ver si con las dificultades recuerda cuales son las verdaderas responsabilidades de la Iglesia para con los feligreses y se hace más sensible hacia el auténtico mensaje del cristianismo. Eso de tener a un cardenal que se inmiscuye en la política nacional favoreciendo a “X” partidos, que está unido a ciertas empresas y que tiene nexos con supuestos pederastas no se lo puede permitir el pueblo mexicano, que tan devoto es. Si la mayoría va a ser católica, pues hay que darles un catolicismo de calidad.

Son estos los blancos de la operación señor, es una tarea difícil pero urgente. Si logra usted cumplir con sus tareas, los mexicanos podrán gritar el 15 de septiembre que México es una patria independiente. Sin estos 5 personajes una gran parte de los problemas de México se resuelven, mínimo Peña Nieto no llega a ser presidente y La Gaviota se queda con ganas de ser primera dama. Reitero mis disculpas por pedirle que se abstenga del asesinato, pero si le quita la vida a estos cinco estaríamos cayendo en el juego del Partido Verde, y eso no conviene, pues enaltecer la muerte podría incluso llevar a nuestra actriz Mayte Perroni a la presidencia.
Le agradezco mucho sus servicios señor hitman, y recuerde que si las cosas se ponen difíciles y no hay solución aparente, sea la esperanza del pueblo mexicano por tener un mejor país lo que le motive. Señor hitman es usted un héroe nacional al emprender esta empresa, un verdadero patriota.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Una mala película de amor

Me encuentro molesto porque no pude escribir un artículo que tenía planeado desde hace algunos días. Lo que me impidió hacerlo fue mi decisión de satisfacer el deseo de una persona de ver una película que le gusta mucho; generalmente tenemos gustos totalmente opuestos en cuanto a cine, pero quise aventurarme y me dispuse a pasar un buen rato.
La película que ví se llama Jeux d’enfants, la cual narra la historia de dos amigos, un niño y una niña, cuyo vínculo se forja a raíz de una serie de retos que se hacen el uno al otro. Quien cumple determinado reto tiene el derecho de retar al otro y además retiene una caja de dulces que es simbólica debido a que es el tesoro más preciado de la madre del niño. Conforme van creciendo los retos incrementan su intensidad, situación que se torna tormentosa porque está de por medio un fuerte enamoramiento, resultado de tantos años de convivencia.
El amor que se genera entre los amigos se convierte en un motivo de sufrimiento para ambos, pues los retos que se imponen están destinados a herir al otro y les impiden hacerse saber que su amor es sincero. A pesar de tener parejas y vidas hechas, los amigos no pueden deshacerse de su amor y mucho dolor es padecido tanto por ellos como por quienes los rodean.
He de reconocer que hay originalidad en el argumento y que las actuaciones no son malas –Marion Cotillard es la protagonista- pero la idea de plantear un amor inmaduro e irresponsable que se demuestra lastimándose constantemente me parece de lo más negativo. El director no hace más que mostrar al amor como algo que sobrepasa el carácter de las personas y que permanece como una pasión incontrolable. Los personajes principales nunca maduran; a pesar de reconocer su amor siguen empeñados en herirse y se muestran altamente egoístas, pues son indiferentes ante el daño causado a sus parejas e hijos en su afán por mantener viva su dolorosa pasión.
Al terminar de ver la película me sentí defraudado, fueron 93 minutos de mi vida en las que se me presentó la visión simplista del amor a su máxima expresión. Esta película cumple con el objetivo de entretener, pero en nada ayuda a alguien a ser mejor. Reconozco que tengo una predilección por las películas que tienen mensajes destinados a concientizar al ser humano y por ello me molesta encontrarme con este tipo de frivolidades, pero a fin de cuentas se trata de cine de autor y desde ese parámetro la tengo que calificar.
Creo que mi desaprobación por la película se intensificó porque tenía mucha ilusión de escribir el artículo planeado y “por su culpa” no pude hacerlo. La ganancia fue haber respondido al deseo de alguien por compartirme algo que le gusta mucho y eso me anima, ¿a quién no le gusta que se interesen en lo que nos gusta?, si tenemos la oportunidad de hacer feliz a otro hay que aprovecharla. Ahora sólo tengo un pendiente: el debate que se generara con la persona que me propuso ver esta película en cuanto vea esta entrada en mi blog.