viernes, 18 de noviembre de 2011

TIEMPO LIBRE Y SER LIBRE

“Dime en qué gastas tu tiempo libre y te diré quién eres”, ese es un nuevo dicho que propongo, considerando que tiene una gran verdad que la experiencia y la observación me han enseñado.
El tiempo libre constituye una pausa en la vida sólo para ti, en el que tienes capacidad plena para decidir qué hacer, por lo que los deseos más profundos de tu corazón, tus preocupaciones y tus prioridades quedan de manifiesto en esos momentos de ocio.


Decidí escribir sobre este tema porque me he dado cuenta de dos cosas: 1) que no estoy aprovechando como quisiera mi tiempo libre y 2) que neta hay gente que desperdicia su tiempo libre, gastándolo en tonterías.


Hablaré sobre lo primero. El tiempo libre es un momento ideal para cultivar tu relación con Dios y ocuparte de tu desarrollo personal, y de repente me veo gastándolo en muchas distracciones, ya no tanto en facebook, pero sí en las miles de ligas de información de twitter o investigando cosas que no son cruciales para mi vida como reseñas de películas o las vidas de un sinfín de personajes históricos.


Esto me demuestra que me falta mucha actitud y agresividad para perseguir a Dios. No se le puede seguir siendo un distraído, él requiere todo de nosotros, requiere cada momento. Darme cuenta de esto fue un verdadero shock: mil veces he exhortado a gente a entregar su vida a Dios y creo profundamente que debería ser nuestro motivo de vida, pero no lo estoy poniendo en práctica con tanta seriedad.


Y vaya que he tenido oportunidades de vivir momentos de dedicación a Dios, pero los he dejado pasar, por distracciones y ansiedades. Eso es algo que todos los cristianos deberíamos superar. Dios nos creó para amarle y para ser amados por él, pero con poca seriedad lo asumimos y no vivimos con esa verdad ni en la mente ni en el corazón, ¡que horrible!


Sobre lo segundo, bueno….! Mucho se puede decir, pero en particular quiero señalar a los jóvenes cristianos, ¿para qué? Para invitarlos a cambiar. De verdad les digo que si no despiertan y dejan su burbuja de comodidad, no podrán gozar lo que Dios tiene para ustedes, y además, no podrán ser los agentes de cambio que urgentemente se necesitan.


Veo a la juventud cristiana actual muy encuadrada en las tendencias actuales de la vida. Poca diferencia hay entre un joven cristiano y un “niño bien” ordinario. Ninguno de los dos cometen pecados escandalosos y evidentes (aunque seguramente en secreto se dan algunas indulgencias), ambos se comportan de una manera socialmente aceptable y lo más lamentable, ambos tienen prioridades muy alejadas del propósito de Dios para su vida!


Esto se evidencia cuando vemos la forma en qué jóvenes cristiano utilizan su tiempo libre. ¿Cuánto tiempo” facebookean” y qué hacen allí? ¿Qué películas ven y qué música escuchan? ¿Con quién salen y a dónde van? ¿Cuánto se ocupan de sus parejas y de su aspecto físico? En fin, esto nos dice mucho de qué sucede con la juventud cristiana actual, y el panorama es verdaderamente desolador.


Quizás suene muy radical y espantado, quizás puedan decir, “ser cristiano no es contario a ser moderno y divertirte” y déjenme decirles que claro, no hay nada de malo en acceder a las tecnologías, salir con los amigos y de más, pero ¿qué está siendo la motivación de todo ello? Eso es lo que me preocupa. No es el uso del tiempo libre lo esencial, sino lo que dice de nuestro corazón la manera en que lo invertimos.


De manera urgente necesitamos abrir los ojos, y podemos comenzar respondiéndonos con toda honestidad la pregunta “¿cuál es la prioridad en mi vida?”. Neta, si la respuesta no es Dios, pues qué triste, cada quien es responsable de su vida y espero que pueda darse cuenta del error que comete y modificar su rumbo. Y si en verdad es Dios tu meta última, pues hay que echarle ganas, no desanimarse por los errores, sino mejorar nuestra actitud y luchar por vivir entregados.


Absolutamente creo que los jóvenes son un sector fundamental para el progreso de cualquier sociedad, especialmente los jóvenes cristianos. Desafortunadamente, si no nos entregamos a Dios, estamos condenados al fracaso. No por favor, no sean jóvenes como cualquiera, valoren su condición y den un paso adelante. Basta de vivir preocupados por la fiesta del sábado, por un noviazgo inmaduro, por tener posesiones materiales, por estar a la última moda, etc. En verdad chicos, nuestra responsabilidad con el mundo es enorme, no hay que fallar.



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