viernes, 16 de octubre de 2009

No más tiempo perdido

El día de ayer me dispuse a leer un libro de reflexiones diarias que me prestó una amiga. Tengo cerca de un mes leyéndolo y ha sido en verdad algo muy provechoso, por ello quise escribir acerca de la reflexión de ayer.
Se trata de un breve relato acerca del juicio celebrado en contra apóstol Pablo, quien había sido acusado de transgredir el orden público y atentar contra las tradiciones sagradas al predicar el evangelio y debía testificar ante el duro procurador romano Félix, quien después de escuchar el testimonio del apóstol tomó la decisión de suspender el juicio.
Luego de tomar esa decisión, Félix convocó a Pablo a una reunión en privado, pues quería saber qué era la fe en Cristo. En cuanto tiene conocimiento de la justicia de Dios y del juicio futuro, se asustó, pues hasta ese entonces jamás se había planteado que tenía rendir cuentas de su vida ante alguien, pero ahora su conciencia lo condenaba y le demandaba arrepentirse, pero él se negaba a aceptarlo.
El libro plantea la pregunta: ¿Cómo reaccionamos cuando la palabra de Dios nos es presentada?, la respuesta pràctica de cada uno de nosotros a esta pregunta tiene repercusiones radicales para nuestra vida, tanto presente como futura. Podemos ser como Félix y negarnos a ver nuestros errores y no ceder a nuestra conciencia que nos comunica que hay algo mal que necesita ser reparado, y de esta manera conservar el estilo de vida que hemos construido para producirnos comodidad y placer, o bien, podemos decidir no perder más el tiempo y apurarnos a reparar lo que Dios desea y comenzar a tener una vida real.
Cada momento es determinante, nuestra vida es efímera y podemos perder la oportunidad de vivir un encuentro con Dios, lo cual sería muy lamentable. Por esta razón, el autor del texto decía con desesperación: “C’est maintenant qu’il faut se tourner vers Dieux pour confesser ses péchés et croire que Jésus Christ en a subi le jugement à notre place sur la croix”.
Es ahora, ahora que tenemos la oportunidad, ahora que tenemos vida, ahora que tenemos tirmpo, ahora!, es ahora que Dios nos llama, y es ahora que debemos tomar una decisión. No perdamos el tiempo y démonos la oportunidad de experimentar la vida que quien nos creó quiere brindarnos.

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